El colegio que yo recuerdo.

  

Hay recuerdos y momentos en la vida de las personas que son realmente difíciles de olvidar. Épocas pasadas que nos marcan de por vida,no solo por nuestras vivencias sino por lo aprendido en el transcurso de las mismas. Un ejemplo de esto que me motiva a escribir hoy, son los muchos momentos buenos y malos que todos hemos pasado en el colegio, en nuestro colegio…y es precisamente de eso de lo que hoy quiero hablar.

La nostalgia me invade al notar que son como 18 años desde que dejé el cole, y los recuerdos siempre están allí, que recuerdos…

Como no recordar, a mis compañeros con los que siempre estaría juntos desde el primer día en el que empezaba mi etapa colegial hasta el último momento en que dejé el colegio, ya que conforme iban pasando los años a todas las secciones nos mezclaban no sé por qué causa, motivo, razón ó circunstancia.

Como no recordar, la época en primaria y las filas para recibir la taza azul en donde “ansioso” esperaba cada uno su respectiva “taza de leche”…sí, ansiedad era la que uno sufría y padecía al tomar esa “bendita leche”.

Como no recordar, a esa profesora bajita, de muy buen carácter llamada Haidee, del cual me quedan muy buenos recuerdos y todos mis respetos

Como no recordar, los reglazos en la punta de los dedos que nos daba ese profesor del cual todavía no quiero recordar su nombre, (que hasta el día de hoy gusta de jugar vóley) pero gracias a él estuve en primer grado antes de tiempo.

Como no recordar… los castigos que recibían los “relajados”, que iban desde jaladas de patillas hasta el :      – vete a la dirección.

Como no recordar… los concursos de canto, bajo la genial dirección de la profesora Yolanda Puccinelli. , concurso en el que mi sección ganó varias veces.

Como no recordar… el día en el que entró una profesora nueva, muy noble la pobre y digo pobre, porque nadie le hacía caso en clase, tanto era el relajo que se echó a llorar en su escritorio, se fue y trajo a la directora, .que será de la Chumbimuni.

Como no recordar… el momento de la famosa foto de la promoción para dejar primaria, y las escaleras en donde todos posamos, (los más pequeños adelante, en la parte más baja de la escalera, en donde me ubicaron) por donde pasábamos a diario.

Como no recordar… los momentos en el que uno deseaba pasar al frente estando yá en sexto y verse más grande estando en secundaria.

Como no recordar…el mito de “La mano peluda”. Mito que aún hasta nuestros días quedó como un misterio sin resolver.

Como no recordar…venir al sr Sixto con el manojo de llaves que llevaba sí, cual San Pedro, para poder abrir el aula, aula que a veces cerraban a propósito para que se terminara la hora más rápido porque muchos no habíamos hecho la tarea.

Como no recordar… los dichosos recreos y más aún los platitos servidos de motecito con hígado acompañados de su ajicito (que ahora sería digno de una secuencia en el  programa de Gastón Acurio.)Las colas interminables que se formaban aturdiendo a la esposa de don Sixto, en ocasiones te pasabas todo el recreo esperando y compitiendo por un platito diminuto de ese delicioso manjar, recuerdo también que esto se complementaba con tallarines, que delicia!

No sé, pero yo siempre he guardado un buen recuerdo de mi época de colegio. No puedo negar que allí fue donde encontré a los amigos que aún veo casi a diario, donde tuve mis primeros desengaños, fiascos y triunfos y donde me enseñaron gran parte de los conocimientos que con el paso del tiempo he ido ampliando hasta convertirme en lo que a día de hoy soy.

Como no recordar, la secundaria y toda la presión que resultó estar al frente y esperar al inicio de año estar con tus mismos compañeros con los cuales estuviste en el mismo salón el año pasado.

Como no recordar cuando se perdieron los exámenes de la dirección y descubrieron a los que se lo pelaron.

Como no recordar a la profe Ana, a la profe Charo, a la profe Polistel, al profe Manuel, a la profe Jorge, a la profe Martha, a la profe Cuya, a la profe Silvia, al profe de matemática ,a la madre Olimpia, a la madre directora.

Como no recordar esas batallas con tacos de madera ó las voladuras de dedos en el taller de carpintería ó cuando nos enseñaban bordado en el taller de costura,las clases de mecanografía, ahhh las pichangas en el patio durante el recreo.

Como no recordar mi amor platónico, ese que descubrí cuando estaba en tercero de secundaria y ella en segundo, esas miradas cómplices, esos gestos correspondidos,… dónde estará ahora esa dulce niña.

Como no recordar a la Luz y a la Ena, con sus cursos de Química e Historia que se merecen un punto y aparte, “dos viejas locas” (bueno,tenía que decirlo) pero cada una buena gente por dentro, pero bieeeen dentro. Todos mis respetos, Qué alguien me diga que fue de ellas.

Como no recordar las formaciones de los lunes y el izamiento de la bandera, al padre J. Usera(al que todos conocíamos solo por foto y por que nos lo hacían recordar a cada rato), el sonar de las carpetas al unisonó cuando cada alumno se disponía a ocuparlas al entrar al aula, los intercambios de salón para los exámenes bimestrales, las parejas de moda de la PROMO, los paseos de la pastoral juvenil, los retiros “espirituales“, especialmente el de Puente Piedra, las jornadas y visitas a los colegios afines al nuestro, la primera borrachera, etc, etc., etc..…

Como no recordar cuando todos teníamos que colaborar vendiendo chupetines, causitas, gelatinas y otras cosas para poder tener nuestras casacas de la PROMO. La cual guardo aún viejita.

Como no recordar el viaje de la PROMO hacia Ancón como siempre sucedía con las promos anteriores. (Si pues, no había de otra).

Como no recordar el tono de la PROMO en el cole, el último día de clases, los slam en quinto (alguien lo tendrá hasta ahora?),las camisas y blusas pintadas,etc,etc,etc…

Como no recordar….

En algunos momentos de nuestras vidas hemos escrito sentimientos y vivencias de aquello que nos ha ocurrido en la vida, sacar fuera todo aquello que muchas veces callamos por no poder hablar. Quizás escribimos de algo que nos marcó profundamente y que aún después de muchos años lo seguimos pensando, añorando, y recordando. Si bien ha pasado mucho tiempo desde ese entonces aún tengo presente cada momento vivido, cada instante, esos tiempos vienen a mi mente son parte del pasado y siempre estarán presente y hasta ahora pude escribir de ello. Plasmar por escrito aquello que el corazón necesitaba soltar de algún modo…

 

 

 

A todos los de la PROMO María Reiche, a mis amigos del colegio Fé y Alegría Nº 24,a todos mis amigos, a los que recuerdan su cole.

 

 

 

A mi colegio

 

Árbol frondoso del saber,

tu sombra cobijo sensaciones

mágico jardín, que perfumó

con su aroma mis ilusiones.

 

Te recuerdo con nostalgia

añorando el salón de clases,

jugueteando en los recreos

con las motas polvorientas

Fiel testigo de inocencias

miradas tibias cautivantes

algunas lagrimas furtivas

de amores ruborizantes.

 

Ahora que el tiempo pasa

que será de mi carpeta

del corazón que grabé

cuando yo me enamoré

Siempre estarás presente

en mi lúcida memoria

eres para mi la gloria

 

Alma mater de mi vida

aulas llenas de bullicio

de silencios y docencia

yo jamás te olvidaré

 

 

 

 

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